el módulo de Barcelona Activa donde habita Zinkdo, tras un día de trabajo…

Estamos de celebración. Parece que fue ayer cuando en una soleada tarde primaveral mi socio Pepe Tomé y yo firmábamos ante notario en el barcelonés barrio de Poblenou los documentos que constituían oficialmente la empresa Zinkdo Digital S.L. Pero ya ha pasado un añito, concretamente esa firma fue un 24 de abril…

Es verdad que antes de esa firma, Zinkdo existía ya como un ilusionante proyecto de futuro. Pepe y yo llevábamos meses dándole vueltas al concepto, a cómo crear una agencia de comunicación y marketing digital que realmente hiciera las cosas de una forma diferente, más cercana al cliente, acompañándole en el proceso. Queríamos demostrar que una mínima base de estrategia podía cimentarse con las acciones que la demostraban o corregían. Nuestra intención era, y sigue siendo, que las empresas que confían en nosotros obtengan realmente una mejora notable no en el tráfico a su web ni en el número de fans de la red social de moda, sino en sus objetivos de negocio. Y un año después, podemos decir que lo estamos consiguiendo.

En estos primeros doce meses hemos tenido muy buenos ratos y algunos no tan fáciles:

• Como agencia, tuvimos el privilegio de empezar facturando desde el primer día. Los clientes que Pepe y yo teníamos como consultores independientes acogieron con cariño el cambio y pronto obtuvieron ventajas de nuestra unión. Y comunicar nuestra existencia como empresa nos facilitó asumir nuevos retos con nuevas marcas que han confiado en nosotros y a las que desde aquí les quiero dar unas enormes gracias. Cuando con los clientes no hay problemas, todo fluye. Cuando los resultados van llegando, todo es fácil.

• Como equipo, nos ha resultado más difícil de lo previsto dotarnos de personal con esa combinación de talento, perseverancia, capacidad de trabajo y amor por la calidad en los detalles que nos gusta aplicar a lo que hacemos. Pero desde hace ya meses, estamos encantados con Lorena y con Sonia. Y creceremos un poco más en breve, si todo va bien… Un año da para superar malentendidos y desencuentros puntuales, que una vez resueltos, fortalecen al equipo y salvaguardan un ambiente de trabajo estupendo. Y da también para celebrar en familia logros que serían imposibles sin ese equipo, para celebrar nuevos proyectos, pequeños triunfos en forma de mails de clientes satisfechos, de aplausos en congresos y de más ganas de más ilusión. De largas tardes juntos, y más de un fin de semana pegados a las pantallas, dándole a la sesera, tecleando con ganas y entregando a tiempo y contentos por el resultado final…

• Como empresa, hemos tenido que sortear algunos escollos imprevistos. No me refiero tanto al papeleo y burocracia, ni al ritual obsceno de adelantar el IVA de facturas aún no cobradas, ni siquiera a que el flujo de caja nos pueda preocupar en absoluto. Eso, hasta ahora, ha sido fácil. El peligro oculto bajo las olas estaba más bien en tener que superar la soberana incompetencia de proveedores que en principio nos ofrecen algo tan fácil como una línea de teléfono y una conexión a Internet; o en la sorpresa de ver que una gran empresa con un pie en la bancarrota quiso inhabilitar nuestra marca porque, a diferencia del criterio del Registro y la lógica más aplastante, decían que se parecía mucho a la suya. Problemas superados airosamente, molestos en su momento pero recordados ya como anécdotas. Sin estos malos tragos, la alegría del primer año cumplido parecería menos meritoria.

Un año de lucha, de esfuerzo y de trabajo en equipo después, Zinkdo sigue siendo ese proyecto de futuro que era antes de esa firma en la notaría, un futuro que espero nos siga ilusionando muchos años más.

Gracias por ese primer año a nuestros clientes, a los directivos que han querido trabajar con nosotros en sus productos y marcas. Gracias a Laia y Silvia por su paso por Zinkdo, y a Lorena y Sonia por su labor actual. Gracias a Pepe, mi socio, por su paciencia y perseverancia. Gracias a Mostaza Comunicación, a Sr. Munera y al equipo de Barcelona Activa por ayudarnos con tantas cosas, y gracias a ti por interesarte por nuestra pequeña, incipiente, humilde pero prometedora historia de apenas doce meses. Seguiremos trabajando para que sean muchos más…

(foto: el primer despacho de Zinkdo a última hora de la tarde, el lugar dónde pasamos casi más horas que en casa 🙂