(Publicado originalmente en mi blog Loquevoyleyendo el 20-02-09)
Leído en Nocilla Experience, de Agustín Fernández Mallo:
Malcom Gladwell comienza su libro, Blink: The Power of Thinking Withouth Thinking, con la historia de un kouros, una estatua de un joven de la antigua Grecia, que llegó al mercado de arte y estuvo a punto de ser adquirida por el Museo Getty de California (…) Tras 14 meses de investigación, el personal de Getty llegó a la conclusión de que la estatua era auténtica (…) pero llamaron a un historiador de arte llamado Federico Zeri a ver la estatua y nada más verla dictaminó que era falsa. Otro historiador del arte percibió que, aunque tenía la forma de una estatua clásica auténtica, de algún modo carecía de ese espíritu. Un tercero sintió una «repulsión intuitiva» cuando la contempló por primera vez (…) la estatua había sido esculpida por falsificadores de Roma (…) Los equipos de analistas quye investigaron durante 14 meses se equivocaron. Los historiadores que confiaron en sus corazonadas iniciales estaban en lo cierto. Gladwell afirma que en nuestro cerebro se da un proceso subconsciente que mueve grandes cantidades de información y llega a conclusiones con sorprendente rapidez, incluso a los poco segundos de ver algo.
La idea de construir un relato de retales de otros relatos, quizás incluso con una relación tangencial, me gusta. No será nueva, o quizás sí. Pero me gusta, y por eso disfruté mucho de los dos títulos aparecidos hasta ahora del Proyecto Nocilla…
La certeza de que a veces (¿a veces?¿Cuántas veces?) nuestra primera impresión sobre algo nos puede acabar siendo mucho más útil de lo que una mente racionalista admitiría me incomoda. Pero al mismo tiempo, me intriga y me apetece. La información de un gesto leve, de un atisbo de movimiento, de un tono que sube o baja, de un cambio de postura… No es nada desdeñable pese a que no queramos perder el hilo de lo que el sujeto observado está comunicándonos literalmente. Sobre esto hay que seguir aprendiendo un poco más…
¿Cuántas veces te ha pasado que, no queriendo seguir como criterio una primera intuición sobre algo o alguien, ha sido el tiempo quién a menudo para tu disgusto te ha demostrado que esa sensación era correcta y que, seguramente, te acabaste tomando demasiadas molestías por querer ser más racional de lo que tocaba? A mi unas cuantas… ¿Confías en tu intuición?